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Un pase español, más que 28 patadas holandesas

La final se había ensuciado. Desde lo táctico, ambos equipos habían elegido sistemas similares (4-2-3-1), los mismos que utilizaron en los partidos anteriores, pero Holanda sorprendió con un planteo más físico, a puro roce, y mucho más violento que lo observado anteriormente. España, fiel a su historia, intentó asumir el protagonismo, aunque los cortes sistemáticos del rival no la dejaban avanzar.

El campeón estuvo cerca de conseguir su promedio de posesión en la Copa del Mundo (60%) nuevamente ante Holanda, aunque también la ineficacia a la hora de resolver situaciones de gol favorables. No fue casualidad que, salvo ante Honduras (2-0), ganó sus partidos apenas con la mínima diferencia.

El plan de Holanda fue claro: cortar con foules y, en ofensiva, salir rápido de contraataque o aprovechar cada infracción española en campo rival para crear desde allí una pelota parada que le lleve preocupación a Casillas. Bastante menos que los recursos mostrados hasta aquí.

Como España tenía la posesión, pero le costaba generar peligro, Del Bosque resolvió bien y no tuvo miedo de sacar un delantero (Pedro) para poner un volante (Jesús Navas), aunque éste es vertical y le ofrecía también un buen remate de media distancia. El segundo paso fue incluir a Cesc Fabregas por Xabi Alonso, con más responsabilidades defensivas. Entonces, como se observa en el gráfico, quedó parado 4-1-4-1, con Sergio Ramos (de gran partido) casi siempre proyectándose y sumándose al mediocampo y generando la superioridad numérica con la línea compuesta por Navas, Xavi, Fabregas e Iniesta. Así como Busquets quedaba solo para marcar (más allá de las colaboraciones de Cesc), Torres debía distraer y arrastrar las marcas de los centrales Heitinga y Mathijsen para las bandas. El no tenía la responsabilidad de terminar las jugadas. Su función estaba más ligada a crear los espacios para que uno de esos cuatro volantes habilidosos sorprendiera y definiera ante Stekelemburg. Así fue el gol, a cuatro minutos del final. El primer envío, hacia Torres, fue rechazado por un defensor; pero el segundo cayó en los pies de Fabregas, que se hizo el espacio en la puerta del área y asistió a Iniesta. El N° 6 invirtió los órdenes y apareció en el espacio del 9 (dejado por Torres) para convertir.

¿Qué pasó con Holanda? Primer punto: falló donde hasta ahora no fallaba: en la eficacia sobre el arco rival. Mientras el partido estuvo 11 vs. 11 -y en los 90 iniciales- tuvo las situaciones más claras con la pelota en movimiento con dos contraataques que Casillas neutralizó mano a mano ante Robben. Aun teniendo muy buenas chances, fue la primera vez que no anotó goles y lo sufrió.

Segundo punto: de tanto pegar, quedó erosionada. En el momento del gol, había quedado con Van Bommel como primer central por la expulsión de Heitinga y con Van der Vaart de segundo zaguero, que fue quien no pudo tapar el disparo goleador, ya que Mathijsen había sido absorbido por Torres. Y antes, todavía con Villa como centrodelantero, en el primer tiempo suplementario, se dio una jugada parecida (pase de Fabregas en cortada a Iniesta), pero en ella se lució Stekelenburg.

Holanda cometió 28 infracciones (ocho de ellas sobre Iniesta), una cifra altísima por cantidad y el calibre de la violencia, pero al final cedió ante el talento español. La ecuación que sufrió fue un hombre de marca menos (Heitinga) + 7 posibles lanzadores y receptores de España, si sumamos a Busquets, Torres y Ramos a los cuatro volantes mencionados. Holanda pagó con el subcampeonato, además de la expulsión y la amonestación de? todo el equipo, menos el arquero Stekelenburg, Kuyt y Sneijder.

Un párrafo aparte para Vicente del Bosque. Me dio satisfacción ver cómo lo quieren los jugadores, cómo lo tiraron por los aires no bien terminó el partido, cómo le dedicaron el título y cómo lo fueron a abrazar hasta quienes son suplentes o no tienen la chance de jugar todos los partidos. Eso quiere decir que no convence desde la autoridad, sino desde el convencimiento. No era fácil tomar un equipo campeón de la Eurocopa, hacerle ajustes y lograr la aceptación del plantel. Como si fuese una historia de película, en el aspecto táctico también ganó mejor el que entregó las armas más nobles y buscó apoyarse en la elegancia por sobre el juego brusco.

Por Christian Leblebidjian
CanchaLlena.com - 12/07/2010
http://www.canchallena.com/1283923-

13,6 es el promedio de situaciones de gol por partido que generó España, pero sólo marcó 8 tantos.

Así lo ganó

Del Bosque, con el ingreso de Fabregas por Xabi Alonso, dejó el esquema 4-2-3-1 y pasó a jugar 4-1-4-1. Sumó un volante creativo más y eso le agregó una complicación a Holanda, que cuando se quedó con diez no tuvo fuerzas para tapar a todos los posibles lanzadores. El primer pase a Torres fue rechazado por la defensa holandesa, pero el segundo de Fabregas terminó en el gol de Iniesta. Capdevila se quedó controlando a Robben, pero Sergio Ramos, de gran partido, fue un aliado permanente para el mediocampo. España terminó con cuatro futbolistas capaces de dar asistencias y capaces de desequilibrar en el uno contra uno: Navas, Xavi, Fabregas e Iniesta.

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