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Entrevista a Horst Wein











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¿Quién se animará a jugar como España?

Los mundiales suelen marcar tendencias desde lo táctico. El ganador logra impulsar determinados modelos que antes se utilizaron, pero que a la vista de millones de personas logran potenciar las inquietudes de los DT. España salió campeón con un esquema 4-2-3-1 con los siguientes nombres propios, los que salieron a jugar la final ante Holanda: Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol y Capdevilla; Xabi Alonso y Busquets; Pedro, Xavi e Iniesta; Villa. Este último, que finalizó como el goleador con cinco conquistas, ocupó esa posición porque el Niño Torres estuvo más lesionado que activo. Ahora bien: como siempre, es necesario hablar de sistema, de nombres y, también, de características. A grandes rasgos, los dirigidos por Vicente del Bosque no sólo les daban prioridad a la técnica individual y a la tenencia del balón, sino además con laterales que se proyectaban, con un doble cinco muy bien complementado entre Xabi Alonso y Busquets y con intérpretes ofensivos que pisan seguido el área rival y llegan al gol. Si bien no tuvo la eficacia deseada, fue un justo campeón y mostró un estilo de juego.

Ahora bien: ¿quién se animará a jugar como España? ¿Cuál de los equipos argentinos se acercará a la identidad campeona del mundo? Es todo un desafío y no se hace referencia a la dificultad de dar una vuelta olímpica, sino por la audacia que deben tener los DT para llevar adelante un plan táctico y de nombres similar al observado en Sudáfrica.

En el fútbol argentino, el último campeón que utilizó ese dibujo fue River, con Diego Simeone. Conquistó el Clausura 2008 eligiendo -por momentos- también el 3-3-3-1 (con Ponzio de líbero), el 4-3-2-1 y el 3-4-2-1. El equipo formaba con Carrizo; Ferrari, Tuzzio, Cabral y Villagra; Ahumada (o Ponzio) y Abelairas; Alexis Sánchez (o Augusto Fernández u Ortega), Falcao y Buonanotte; Abreu.

Luego festejaron Boca (4-3-1-2), Vélez (4-4-2 o 4-3-1-2), Banfield (4-4-2) y Argentinos (3-4-1-2).

Ahora, Daniel Garnero probó en Independiente con el 4-2-3-1 con Gabbarini; Vallés, Tuzzio, Julián Velázquez y Maxi Velázquez; Pellerano y Battión; Cabrera, Gracián y Mancuello; Silvera. Si jugará así o si funcionará es una incógnita. Lo seguro es que, más allá de la similitud en las características de los laterales y los volantes centrales, los mediocampistas externos aparecen con más recorrido que claridad para el pase final.

En la vereda de enfrente, Miguel Russo pensó para Racing en un posible 3-4-1-2 utilizado ante San Lorenzo, aunque en el amistoso frente a Banfield también ensayó con un 4-4-2 superdefensivo: con cuatro centrales en la defensa zonal y con laterales como Pillud y Licht puestos como mediocampistas externos.

Jugar 4-2-3-1 no es sinónimo de ser "más ofensivo". Cualquier dibujo depende de los nombres y las características para ser analizado. España llegó a jugar 4-4-2 y 4-1-4-1 y mantuvo su voracidad en ataque. Es más, el 4-4-2 de Ramón Cabrero y Luis Zubeldía en Lanús (más cercano al 4-2-4) pudo ser tanto o más audaz que la España campeona del mundo. Lo mismo que el Estudiantes (4-4-2) de Simeone en el Apertura 2006 o el Huracán de Ángel Cappa (4-3-2-1) en el Clausura 2009. Se puede buscar el mismo fin o característica de equipo aun con otro sistema táctico. Es sólo cuestión de animarse.

Por Christian Leblebidjian
CanchaLlena.com - 06/08/2010
http://www.canchallena.com/1291962

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