No dicen (como otros) que inventaron sistemas de juego. No ganan (como otros) miles de dólares y más miles de dólares como si los dólares fueran chupetines. No se consideran (como otros) más importantes que sus futbolistas. No se pasan (como otros) la vida delante del video del rival. No se gastan la voz (como otros) dando indicaciones que, en un partido y con los sonidos de la multitud, ninguno escucha. No alardean (como otros) con palabras intrincadas ni con tácticas inescrutables. No piden (como otros) refuerzos que valen millones. No se aferran (como otros) a las operaciones de marketing ni a las marquesinas de neón. No ofrecen (como otros) espejitos de colores. No se fijan (como otros) cuando las cámaras los enfocan para armar una escenografía premeditada y mediática. No exponen (como otros) lo que no son. No se creen (como otros) ni sabios ni omnipotentes. Al fin de cuentas, no venden humo. Como otros.
Seguí leyendo la nota... ¡Click acá!
Seguir leyendo...