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Hombres de azul y grana

Mayo de 2008. Alex Ferguson salía campeón de Europa, su 33° título con el Manchester United; José Mourinho firmaba su millonario contrato de tres años con el Inter; Carlo Ancelotti le ponía fin a su ciclo de ocho años como entrenador del frente del Milan y Josep Guardiola celebraba el ascenso de Tercera a Segunda B con la filial del Barcelona tras su primer año como director técnico. Sí, el DT del campeón de todo hace apenas año y medio dirigía en la cuarta categoría del fútbol español. Y si su apellido ahora está a la par de los más prestigiosos del rubro, amén de su talento, en mucho ayudó su método de trabajo y, fundamentalmente, el otro gran equipo que armó detrás de “el” equipo: su staff de colaboradores.

Més que un club”. Parafraseando al slogan en catalán que exalta lo que el Barcelona representa para Catalunya, se podría decir que el grupo de trabajo de Guardiola es més que un cuerpo técnico: una gran familia. Son 22 personas que componen el grupo de colaboradores de Pep. Y son tantas porque el entrenador realmente cree en el trabajo en equipo y la delegación de funciones. “No quiero la jugada de Messi, quiero pases”, definió alguna vez la doctrina pretendida para su Barça. Y la misma se aplica para su staff…

Hay dos tipos fundamentales en su equipo de trabajo. Dos personas a las que Guardiola conoce desde hace 25 años. Uno, lógicamente, es su ayudante de campo, Tito Vilanova. Vilanova fue compañero de inferiores de Pep. Vivieron juntos en La Masía, la cantera del club blaugrana, y luego de que uno se convirtiera en un crack a nivel mundial y el otro pasara por el fútbol sin pena ni gloria, se reencontraron en el Barcelona B hace dos temporadas. Tito es el cerebro que analiza rivales, arma jugadas preparadas y acumula datos en su notebook. También, un sujeto que aporta la calma en los momentos calientes: fue él quien frenó la carrera loca de Guardiola en Stamford Bridge tras el golazo de Iniesta en la semi de Champions con el Chelsea para indicarle el cambio que servía para cerrar el partido.

El otro hombre fundamental es Manel Estiarte. Oficialmente, Estiarte es el “encargado de relaciones externas” del Barcelona. Pero, en realidad, este ex crack del water polo (medalla dorada en Atlanta 96) ejerce de lo que es: amigo íntimo de Pep y, por lo tanto, confidente, consejero y consultor.

De los 22 integrantes del cuerpo técnico, 12 son los que le ven la cara de cerca día a día a Guardiola. De ésos, sólo dos estaban en el staff anterior. Uno es Juan Carlos Unzué, el entrenador de arqueros. En Catalunya no saben asegurar si la continuidad del que fuera el arquero del Sevilla en tiempos de Maradona, uno de los pocos sobrevivientes de la era Rijkaard en el banco del Barça, tiene que ver con su reconocida capacidad o con el hecho de que el entrenador haya compartido con él dos años de su vida, cuando Unzué fue suplente de Zubizarreta en el Dream Team que dirigía Johan Cruyff. Es claro que para trabajar en el cuerpo técnico del mejor equipo del mundo hay que ser idóneo. Pero, parece, mucho mejor si además la persona en cuestión ha tenido algo que ver en la vida de Guardiola.

El mejor ejemplo es el de Lorenzo Buenaventura. Eminencia de la preparación física, Buenaventura fue una de las incorporaciones estrella de Guardiola en la constitución de su nuevo cuerpo técnico en 2008. La idea del entrenador fue la de híper profesionalizar el departamento físico y médico dada la enorme cantidad de lesionados de las temporadas anteriores a su llegada (flagelo en el que Messi tranquilamente podría tomarse como un caso testigo). Y Loren, como le dicen, era de lo mejor en plaza. El profe que colaboró con el cuerpo técnico de Bielsa durante el Mundial 2002 estaba en el Cádiz y desechó ofertas del Real Madrid y del Manchester United. Es top, eso está claro. Y también fue profesor de Pep en el curso de director técnico… En total, Guardiola cuenta con cuatro preparadores físicos. Paco Seirul-lo fue su propio PF en tiempos de Cruyff. Es el más veterano del cuerpo técnico, la voz de la experiencia, y no sólo para poner los músculos de los jugadores a tono…

Completan el departamento Aureli Altimira (otro compañero de Inferiores del técnico), quien se ocupa del trabajo de potencia en el campo y Francesc Cos (llegó del Barsa B con Pep), encargado de las rutinas de gimnasio. Esa lógica suma de partes y de que la inclusión de leales o conocidos no implique la salida de nadie también se da en el cuerpo médico, donde al histórico Ricard Pruna se le sumó Daniel Medina, el doctor de la filial.

Otro departamento clave es el de los kinesiólogos, o fisios, como se los llaman en España. Juanjo Brau es el más antiguo en esta área. Es la persona que mejor conoce la musculatura de Messi, una especie de ángel de la guarda de Leo, que viaja junto al rosarino al lugar del planeta donde le toque jugar, ya sea con el Barcelona o con la Selección Argentina. Y están Emili Ricart, un mago en la recuperación que supo meterles mano a los isquitibiales de Pep en sus tiempos de jugador, más David Alvarez y Jaume Monill, dos que Guardiola trajo desde equipos del ascenso español. Completa el equipo “anti-lesiones” Esteban Gorostiaga, un médico fisiólogo que dictamina los tiempos de descanso y la dieta de los jugadores. Gorostiaga , por caso, fue el que ordenó que antes de los entrenamientos matutinos no se debe desayunar “porque los hidratos de carbono y las proteínas se asimilan mejor tras el esfuerzo”. El bajo índice de lesiones del Barcelona le estaría dando la razón.

El método Guardiola contempla disciplina, aplicación al trabajo y pizarrón. La estética del juego de toque se prioriza sin dejar de lado jugadas preparadas y análisis exhaustivo del rival. Por eso Pep montó el departamento de análisis táctico y scouting. Domenec Torrent, Carles Planchart y Jordi Roura son tres “enfermitos” de fútbol que se pasan horas viendo videos, editando las filmaciones de las prácticas propias, produciendo informes del rival de turno e ideando jugadas preparadas que cargan en una computadora. Ellos producen y entregan DVD y pendrive a Vilanova para que éste y Guardiola decidan.

Hay tres utileros, un delegado
que se ocupa de las tareas administrativas (logística, reserva de hoteles y pasajes…) y hasta un podólogo…. Cierra el equipo un grandote de 1,92m, ex rústico defensor central del Sabadell. Es Pepe Costa, que de “ojeador” de futuros talentos (tiene unos cuentos Sudamericanos Sub 17 y Sub 20 sobre el lomo), pasó a ser, con la llegada de Guardiola el encargado de la “Oficina de atención al jugador”. Esto es, el enlace entre el entrenador y las estrellas. El único integrante del staff con acceso irrestricto al vestuario de los jugadores, el ecnargado de resolver problemas y caprichos. Y de garantizar discreción. Un resguardo a medida de la gran familia que es el cuerpo técnico de Pep Guardiola en el Barcelona.

Por Carlos Bonet.
Revista Un Caño. Diciembre 2009

Información relacionada:
- Los hombres de Pep. La Vanguardia.es (17/05/2009)

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