El penal es lo de menos, el caso es saber defender

No entraré en la polémica sobre si la acción de Valentini fue penal o no. Para mí lo fue (la Comisión Arbitral respaldaría al referí), pero esa jugada me hizo saltar la ficha. Y recordé las pequeñas grandes sociedades que se componían de arqueros y zagueros centrales. Aquellas que evitaban los "malos entendidos". Porque el penal que cobró Alvarez y le dio el triunfo a Gimnasia tuvo origen en la intención de Valentini de dejar correr una pelota larga para que la tomara su arquero; que tardó, o amagó salir y no lo hizo. Entre las dudas de ambos surgió Altobelli, el defensor entró en pánico y apeló al agarrón cuando a sus espaldas vio, o intuyó, una camiseta contraria a la que debía frenar.

No es éste un juicio de valor sobre la jugada, pero la describo como uno de los varios errores que suelen cometer asociados los arqueros y los defensores centrales. Una salvedad: en mi época formábamos aquellas pequeñas sociedades favorecidos por la continuidad de los jugadores en los planteles. Pero aún así hay conceptos que deben conocerse, son universales y no pasan de moda ni se olvidan. Tuve la suerte de tener detrás a grandes arqueros: entre otros, a Roma en la Selección, a Cejas, a Raúl en Cruzeiro, a Fillol... Con todos formé buenas sociedades porque entre nosotros sabíamos de qué se trataba.

Lo primero es hablarse todo el tiempo. Lo segundo es poder tener la jguada resuelta mentalmente antes de entrar en ella. Es la única forma de achicar el margen de dudas, siempre presentes cuando se juega cerca del propio arco (un lema básico: "Desconfiar siempre, tu compañero puede fallar").

En el área siempre hay que llegar "a horario". Coco Basile era un genio en esto, tenía una enorme capacidad de deducción para adelantarse a la jugada. Hay más: marcar de adelante –no sólo de atrás-- para evitar el anticipo ofensivo que te hace quedar como un boludo cuando el contrario primerea y la manda adentro. Otra: no mirar el partido sino cómo se mueve el contrario. Sólo así funcionan las pequeñas sociedades defensivas, sobre todo desde que el pase al arquero se transformó a veces en una situación de riesgo y el "te la dejo a vos" o "la reviento yo" debe hablarse antes para que quede todo en claro. Y no es lo mismo un arquero brasileño que uno argentino; o un defensor italiano que uno mexicano.

Que luego el juez cobre o no penal casi es secundario. Lo malo es que hoy veo una gran falta de conceptos defensivos, no sólo en nuestro fútbol. La vocación para el puesto no alcanza si no se conoce el ABC de cómo se defiende.

Por Roberto Perfumo
Diario Olé - 21/02/2012



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